Cuando alguien ajeno al concepto gamificación escucha por primera vez esta palabra, se suele producir un brainstorming cerebral con asociación de ideas, tales como,»esto es de guerra, seguro que si, ¿será comestible?, es otra de esas palabras que usan para que al final paguemos más». Para arrojar luz sobre el tema vamos a hablar de que es la gamificación, para que se usa, y porque es importante tenerla en cuenta para diversas aplicaciones prácticas.
Podemos definir gamificación como; «el empleo de mecánicas de juego en entornos y aplicaciones no lúdicas con el fin de potenciar la motivación, la concentración, el esfuerzo, la fidelización y otros valores positivos comunes a todos los juegos. Se trata de una nueva y poderosa estrategia para influir y motivar a grupos de personas».
En la comunidad empresarial, por ejemplo, donde se han dado cuenta del poder de la gamificación para mejorar el compromiso del cliente, fidelizar, e incentivar a los empleados y socios, así como para obtener altos rendimientos. Se están aplicando las mecánicas y dinámicas de juego. El juego tiene el potencial para resolver una variedad de problemas en áreas tales como: contención de costes de la atención médica, programas de obesidad, tratamientos para dejar de fumar, e-learning, entrenamiento corporativo y vocacional, testeo online, reformas educativas, cambio climático, reformas sociales etc…
Es una herramienta aplicable a prácticamente todo tipo de rutinas, materias y actividades: desde el ecologismo hasta la productividad laboral. No obstante, ciertos sectores como la educación y la salud se encuentran particularmente aventajados en la implementación de diseños innovadores de gamificación.
Por lo que comprobamos como los videojuegos, no solo son una herramienta, lúdica, de entretenimiento, sino que además tienen un componente educativo muy importante y se pueden convertir en una herramienta para motivar e incentivar a las personas en distintos ámbitos.
por Manuel J. Gallardo
