Todos estamos familiarizados con el panorama de películas 3D para cine, ya que nos bombardean con su promoción cada pocos meses, pero en televisión van apareciendo series de más y más calidad. No es una novedad que el 3D está desbancando a la animación tradicional, pero los escuetos presupuestos de televisión han dificultado que esta tendencia se propague tan fácilmente al mercado televisivo.
La animación en televisión ha estado siempre dominada por producciones 2D debido, entre otras cosas, al aspecto final de las mismas. Desde sus inicios, la animación 3D ha intentado alcanzar el resultado estético de la animación tradicional, pero estos avances han llevado años y mucha inversión. Aún así, la pretensión de crear series animadas digitalmente se remonta a los comienzos del uso de esta técnica.
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Reboot (1994-2001) fue la primera serie de animación digital, pero con los años se le fueron sumando nuevas series con más o menos éxito. La novedad de la técnica, la inversión y el resultado final hicieron que éstas aparecieran con cuentagotas. Series como Beast Wars se hicieron bastante populares y atrajeron la atención del público infantil, aun cuando no han aguantado bien el paso del tiempo.
Más recientemente la técnica 3D ha ido mejorando hasta crear personajes con casi tan pocas limitaciones como los animados tradicionalmente. Algunos productos como la serie Fanboy & Chum Chum, demuestran que los personajes pueden tener las posibilidades de un dibujo animado y mantenerse en un estándar de TV, más barato y rápido de producir.
Como en muchas películas de animación tradicional, las franquicias de cine 3D han dado el salto a la pequeña pantalla como productos de éxito asegurado. Tales son Los Pingüinos de Madagascar, una gran serie por sus personajes y guiones; o Dragones, Los Jinetes de Mema. Ésta última tiene un apartado técnico muy superior a las demás series de su género ya que cuenta con efectos y características sólo vistas en cine como pelo, agua o fuego.
La parrilla actual de televisión está cada vez más inundada de productos 3D, siguiendo la tendencia del cine. Poco a poco, las herramientas con las que cuentan los estudios hacen viable productos de calidad técnica más elevada, capaz de competir con sus compañeras de animación bidimensional. Con todo, la animación 2D sigue siendo la reina de la televisión, y las series más valoradas (y mis favoritas) son realizadas con ésta técnica. Series como Hora de Aventuras, Steven Universe o Bob Esponja son difíciles de imaginar en 3D manteniendo todo el encanto de sus personajes.
Aunque, al final, lo que hará grande a una serie será siempre el guión.
Antonio Buch